Nilton Rosa da Silva

Nilton Rosa da Silva

Nascido em Cachoeira do Sul, Nilton Rosa da Silva iniciou participação política no movimento de estudantes secundaristas do Colégio Júlio de Castilhos, em Porto Alegre. Com sua natural liderança, influía no grêmio estudantil e mesmo na União Gaúcha de Estudantes Secundários, sendo perseguido pela direção do “Julinho”. Temendo por sua segurança, “Bem bolado” busca proteção no Chile presidido pelo Dr. Salvador Allende, onde é admitido no Curso de Castelhano da Instituto Pedagógico da Universidade do Chile. Se destaca como poeta e agitador político, publicando seu opúsculo Hombre América (Santiago de Chile, Facultad de Letras, 1972) e poemas soltos em cadernos coletivos, atuando em ocupações populares de supermercados e favelas. Em 15 de junho de 1973, ainda em democracia, recebe um balaço fatal no rosto quando tentava proteger a sede do Partido Socialista no centro da capital chilena, ante uma milícia fascista. Seu sepultamento reuniu 100 mil pessoas em Santiago, encabeçado por dirigentes políticos de diversos partidos (MIR, PS, MAPU) e representante do governo chileno (Ministro Anibal Palma). A fotógrafa Amy Conger publicou nos EUA o livro-ensaio fotográfico “We don’t forget the color of blood”, com o registro completo do funeral. Junto a seu alojamento no Instituto Pedagógico, floresce um jacarandá brasileiro, plantado por seus antigos colegas de estudos, que lhe dedicaram diversos poemas em vários países. Em sua cidade natal, foi criado o Centro Cultural Orelhinha (outro de seus apelidos).
 
I
Mi nombre no es mi nombre
Sino el nombre de todos los seres.00
Mi nombre es América,
Volcán de los oprimidos.
Es libertad símbolo del pueblo.
Mi nombre no es otro sino patria,
Sino tierra, aire,
Sino nombre. Tu nombre…
Mi nombre no es mi nombre,
Porque yo no soy, siquiera yo,
Porque soy hombre, hermano, combatiente,
Porque hoy soy arma, polvo, agua y sangre.
Hoy soy América dormida que despierta,
Soy los explotados del mundo
Que se rebelan,
Soy los fusiles que empuñan
Los pueblos en lucha.
Hoy soy Pueblo…
Hoy soy ser despierto,
Sin nombre,
Porque soy POETA…
 
II
Es noche. Madrugada
En la noche de Santiago.
Todos duermen.
Duerme el hombre, con la fatiga del día,
Duerme el niño y sueña,
Con el porvenir,
Duerme quizás, la naturaleza
Su sueño de descanso creador.
Duermen todos…
Pero yo no duermo.
El poeta no duerme.
El poeta escoge
Las horas más puras de la noche,
Para regar la tierra con el llanto
De sus versos…
Para lanzar al aire
La sangre de sus poemas.
El poeta tiene la noche afable
Por su compañera,
Tiene la madrugada por su inspiradora,
Tiene el mundo, el hombre,
Como su pensamiento.
El poeta escribe…
Y dentro de la inmensa noche,
Las palabras brotan del poeta,
Como el llanto y la sangre,
Brotan del hombre.
El llanto se transforma
En tierra y aire
Su sangre en hombre y poesía.
La pluma del poeta en la noche,
Es como la herramienta del obrero.
La sangre y el llanto del obrero
En la fábrica,
Es el llanto y la sangre del poeta
En sus versos.
Las horas tristes del poeta,
No son más que la tristeza de su Pueblo,
Que se mezcla con el llanto y la sangre
De los hombres en la madrugada.
Duerme…
Continuad durmiendo…
Pero antes de todo oídme
Escuchad el grito y el llanto
Del poeta…
Escuchad el único pedido del poeta…
Transformen en sangre y polvo,
En piedra, escarnio,
En guerra, en paz y amor.
Hagan lo que quieran del día,
Pero dejad la noche para el poeta,
Para el simple hombre
Poeta…
Para que él escriba sus versos,
Para que él derrame sus llantos.
Para que él entregue su sangre.
Para que la llama
Que sale de su alma,
Brote en la tierra
Sin escarnio,
Y no sea fuego
Y si agua…
Que sea dulce…
Que sea eterno…
Aunque para esto
tenga que ser su sangre derramada…
que tenga que ser la sangre de los hombres derramada
Dejad al poeta
El lecho de la noche.
Un día quien sabe como ahora
De madrugada,
En la triste y afable madrugada,
Llegue la muerte y despacio me sorprenda,
Aunque esta muerte no sea por ti,
(porque además de ti y de tu amor,
existen los seres de mi patria Lejana y pura…)
Aunque mi muerte no traiga tu nombre
En mi boca.
(aunque traiga el nombre de mi pueblo o de tu pueblo.)
Aún así mis últimos pensamientos
Serán tuyos.
Y mi alma traerá en mi muerte
Tu encanto.
 
III
El pueblo está callado…
Los explotados no piensan…
Sienten…
Silencio…
El pueblo está hablando…
El poeta está hablando…
El poeta…
El desgraciado y maldito poeta.
La voz del pueblo sale de su boca.
Silencio… silencio…
Que no se escuche siquiera,
El sonido de la pluma que escribe,
Porque el poeta
Está escribiendo sus versos…
El poeta está hablando…
El pueblo no está callado,
Su voz viene firme e incansable,
En la voz del poeta,
Del desgraciado, del mil veces maldito
Poeta…
Silencio… silencio…
Hoy el pueblo quiere hablar,
Hoy se rompe el silencio de los siglos,
Las palabras salen de la boca del pueblo,
O del pensamiento del poeta.
El poeta entonces,
Será uno…
Será mil… millones…
Será todos los seres perdidos de la tierra…
Será los explotados…
Será el pueblo…
El poeta entonces será dios.
Silencio…silencio…
Que nadie conteste,
Que sólo hable, el poeta…
Que sólo se escuche, su voz,
En el silencio de la noche.
Silencio… silencio…
El pueblo está hablando.
 
IV
Lejos de la patria,
Ausente de tu Pueblo, junto al amigo,
Frente al enemigo,
Así eres , tú, hombre de américa.
Nacido en el vientre de los humildes
Y criado en las tierras áridas y profundas,
De américa virgen y ardiente.
Luchador en la patria, combatiente en la selva.
Amigo de los pobres,
Defensor de los oprimidos.
Así eres tú CHE.
Así lo eres todavía GUEVARA.
Porque tú vives.
Tú estás en cada combatiente de américa;
En cada explotado de este continente,
Tu ejemplo nos enseña a luchar.
Tu américa explotada,
Tu CUBA liberada,
Los explotados,
Los seres sin patria,
Evocan tu nombre,
Con el puño en alto,
Las armas en la mano,
En tu nombre comandante,
En nombre de américa:
PATRIA O MUERTE… VENCEREMOS!
 
V
¡AMÉRICA!
En tu seno virgen
Adormece un gigante…
Un gigante que lucha…
Un gigante de luto…
¡AMÉRICA!
En tu seno virgen
Adormece un gigante…
BRASIL…
¡Ah! mi patria Brasil…
Yo el ser sin patria…
El increado de dios,
El nacido en tu cuerpo,
Y creado en el cuerpo virgen de américa…
¡Ah! mi patria… patria mía…
Yo que recorrí todo tu cuerpo,
Que sentí la miseria y la opresión
Junto con todos tus seres…
Yo el ser despierto,
Que vive en otras tierras de américa,
Que siente la alegría y el calor
De otros pueblos,
Que sufre la miseria y la opresión
Con otros hermanos…
Yo el ser despierto,
Yo el ser creado, increado,
Hermanado de tu cuerpo,
Nacido de tus entrañas…
¡Ah! Mi patria…
Patria…mía…
De todos los seres nacidos en américa.
Patria hoy manchada,
Vilipendiada,
Que hoy tiene su bandera rota,
Te clamo, reclamo,
Proclamo…
Grito con todo el ardor de mi alma…
¡LUCHA GIGANTE!
¡DESPIERTA GIGANTE!
El clamor, de guerra,
De lucha, de amor,
Que sale de mi alma
Y que resuena en toda américa,
Es el mismo clamor, de tu pueblo,
De mi pueblo.
Mi patria no es sólo mi patria,
Es la patria de los humildes,
De los explotados de este continente…
Mi patria hoy tiene su bandera rota,
Hoy tiene su cuerpo sangrando,
Mi patria hoy tiene a su pueblo en duelo,
Hoy tiene su pueblo en lucha…
Pero los fusiles que empuña
Su pueblo en lucha,
Serán la alegría y el porvenir del mañana.
El mañana de américa es uno solo…
En el mañana tendremos en américa,
Un gigante despierto,
Un gigante que cubrirá de alegría y calor,
A los explotados de este continente.
Mi patria entonces no será mi patria,
Yo ya no seré el increado,
El ser sin patria,
Seré el ser de américa,
Mi patria será la patria de todos,
Ya no habrá un gigante
Que duerme en américa virgen…
Porque en el mañana
Habrá un américa despierta y única.
 
VI
Las cárceles de mi patria están llenas,
Las calles de mi patria,
Tienen desesperación y muerte.
Cada uno de su Pueblo
Trae en su rostro la incertidumbre
Y la desconfianza…
La paz ya no existe en mi patria,
Lo que existe es sangre,
Muerte… y sólo muerte…
Y en las paredes de mi patria,
Es que la libertad existe,
La libertad rayada,
Por los jóvenes,
En la oscuridad de la noche.
El nombre de mi patria,
No es más el nombre de mi Pueblo,
Sino el nombre de sus explotadores.
Su bandera no es más que un paño roto,
Rayado de verde y amarillo
Y manchado de pólvora y sangre.
Pero mi patria no dejó
De ser la patria de los humildes…
El pueblo lucha…
Su lucha…
Su sangre derramada…
Llenará de alegría
A los explotados de américa,
En el día pronto de la victoria final.
 
VII
La única cosa que te puedo dar
son mis versos…
(Yo sé que tú mereces mucho más.)
Mis versos son mi alegría y mi sufrimiento,
Son mi cansancio y mi tristeza.
Mis versos son pues mi propio ser.
Mis versos son cantos,
De muerte, alegría, paz y amor
(alegría, paz y amor que canto a ti.
Hoy mis versos traen tu figura,
Que baila en mis pensamientos,
Con éxtasis y locura.
Mis versos hoy son para ti.
Aunque tú no sepas de mis versos
(aunque no lo sepa nadie.)
Aunque tú no sepas porque vivo,
(aunque yo mismo no lo sepa.)
Mis versos y mi vivir son tu presencia.
Si acaso algún día alguien cante a tu oído,
Diciendo que yo ya no te quiero,
(aunque sea yo que lo cante.)
Aún así sepas que es mentira,
porque mis versos son la prueba
de este amor eterno…
 
VIII
Algún día alguien sabrá
De los versos que escribo.
De mis versos,
De los versos que son tuyos.
Algún día la tierra
Se regará con mis poemas.
Mis versos serán
Como la hoguera
Que brota de mi alma.
Quizás los conocerás todos,
Los conocerán,
Los seres más longincuos de la tierra.
Pero tú no sabrás
Que son tuyos,
Que es para que tú
Y sólo tú los entiendas.
Porque mis versos son tuyos,
Como es tuyo mi cuerpo,
Como es tuya mi alma.
Un día de mi cuerpo
Ya no brotarán más versos
Y mi sangre,
La sangre por ti
Y sólo por ti derramada.
 
IX
Vuela una paloma a lo lejos…
A lo lejos vuela una paloma…
Vuela… Vuela mi paloma…
Vuela… Vuela…
Lleva mis ilusiones,
Lleva mis penas, mis sueños.
No importa que tardes en llegar.
No importa que vuelvas nunca más.
Pero vuela…
Vuela… y llega a tu destino.
Pero llega de pronto,
Llega despacio en la inmensidad de la noche…
Despierta con el sonar de tus alas,
Mi amor…
Despierta a mis amigos…
Mis padres… mi patria…
Vuela… Vuela…
Vete…
No importa que no vengas nunca más.
Lo que importa es que dentro de ti,
Arriba de tus alas estoy yo,
Está mi ser, mis pensamientos.
Quiero despacio, en la inmensa noche,
Despertar en mi patria
Longincua y sola,
En la inmensidad de américa dormida.

Deixe uma resposta